No cambies de sala, solo mira tu alrededor y observa cómo su escultura comienza a evolucionar hacia lo que ya hemos visto en la sala anterior.
Ya adentrado en los años 60 comienza a realizar la serie “Acantilados”. El referente que le servirá como punto de partida es la propia naturaleza. Gracias a esas formas rocosas consigue crear nuevas y singulares figuras, muchas con forma humana. En ellas comienza a usar el cemento con una técnica similar a la cera perdida -aún sin encofrado- para dar esa apariencia tan expresionista.
Fíjate bien y atentamente en cada una de ellas ¿sabrías decir, sin mirar la cartela, a que te recuerdan? Seguro que sí, ya que encontramos similitudes con obras artísticas muy importantes de la historia del arte, sobre todo ejemplos tomados de la mitología griega.
Aun así, no solo se basa en modelos antiguos. Es más, en esta sala representa a uno de los personajes más ilustres de la historia reciente muy relacionado con la ciudad de Salamanca. ¿De quién estamos hablando?