La respuesta al siguiente acertijo la encontrarás en la Sala XXII, el Despacho.
A partir del siglo XIX toda vivienda distinguida contará con un espacio específico para que el señor pueda “despachar” asuntos relacionados con su trabajo. Hasta entonces los escritorios se ubicaban de manera dispersa por diferentes habitaciones de la casa.
Esta nueva estancia tendrá una refinada mesa de despacho y una biblioteca (si no existiera una sala específica para alojar los libros) y tendrá un carácter serio y elegante. Las paredes se decorarán con retratos del propietario y sus antepasados o escenas bélicas, y sobre el mobiliario se dispondrán objetos que hagan referencia al conocimiento y la ciencia además de los utensilios relacionados con el trabajo del señor.
Imagina que el propietario de esta casa se dedicara a desarrollar la nueva red ferroviaria de Madrid ¡Tendría que hacer cálculos muy complejos! Las calculadoras digitales son un invento muy moderno pero en esta sala hay un instrumento revolucionario que sumaba, restaba, multiplicaba y dividía hasta 16 cifras. Sólo un hombre muy rico podía permitirse semejante artilugio. ¿Cómo se llama esta ingeniosa máquina?