Has logrado introducirte en el laberinto de callejuelas empedradas que conforman la ciudad monumental. Siguiendo la calle de mismo nombre que el arco, llegarás al templo más sagrado para los cristianos, una concatedral que lleva el nombre de la madre de Dios y donde están enterrados los nobles de la ciudad.
En el exterior de este histórico edificio encontrarás un clérigo bronceado convertido en santo, y al que los universitarios de la ciudad besan los pies solicitando ayuda divina para sus exámenes.
Introduce el nombre de este santo para avanzar en tu aventura.