Continuando por el pasillo nos adentramos en el cubo negro donde se ubican las representaciones del interior de los barcos.
Aquí puedes ver cómo era por dentro un navío del siglo XVIII.
Las hamacas donde dormía la tripulación se llamaban coys. Colgaban del techo para reducir el mareo causado por el bamboleo del barco y también para evitar las mordeduras de las ratas que a menudo se colaban en el barco.
También puedes ver los cañones, atados a las máquinas de retroceso para que, en el momento de disparar la bala al barco enemigo, el cañón no fuese empujado hacia atrás y dañase el barco.
Y, por supuesto, ¡el tesoro pirata! Ahora que has terminado esta aventura, ve junto a los piratas camuflados como recepcionistas y pídeles tu parte del tesoro. ¡Ellos lo custodian!