█ Un Gradalis
Desde este momento, la copa de la Última Cena se ha convertido en el foco de investigaciones, estudios, búsquedas incansables, elucubraciones y leyendas de toda índole. Pero, si de verdad queremos encontrar el
Cáliz de Jesucristo, debemos basarnos en evidencias históricas documentadas, consistencias arqueológicas y estudios científicos que nos lleven a la certeza de que el objeto ante el que nos hallemos no sea un fraude.
Empecemos así por varias evidencias históricas que vayan perfilando cómo sería este cáliz.
Jesucristo era judío ortodoxo, y hace 2000 años los judíos tenían prohibido taxativamente emplear la madera y la cerámica en las copas litúrgicas por ser materiales porosos. Por este motivo el cáliz que buscamos ha de ser de algún tipo de piedra, o metálico. Tenemos así:
1- El cáliz probablemente sea de algún tipo de piedra o metálico.
En el mundo de influencia grecorromana, como era Judea en aquellos tiempos, las copas no solían tener las bases que hoy conocemos. Realmente se asemejaban más a
cuencos llamados “gradalis” en latín. Podemos deducir entonces que:
2- Es muy posible que el cáliz tenga forma de cuenco.
Estudios lingüísticos sugieren que el término
”gradalis” fue evolucionando con el tiempo, así en lenguas provenzales se llamaría
“grazal”, luego pudo evolucionar a
“graal”, para posteriormente convertirse en la palabra que hoy define el Santo Cáliz de Jesucristo.
Indica la
palabra semejante a “graal” que hoy define a este objeto. El Santo …