Al lado del ayuntamiento hay una pequeña plaza y en su entrada la imagen de un hombre abatido.
La plaza de la Cruz es el enclave perfecto para albergar el museo de Florentino Trapero. Fue un escultor, restaurador e imaginero aguilucho. Nació en 1893 y dedicó su vida a la producción artística con la creación de obras que podemos encontrar por las calles y plazas de Aguilafuente, en el museo que lleva su nombre o en lugares como Segovia, Zamora…
La bienvenida a la plaza nos la da Adán arrepentido. Rodéale y fíjate en todos sus detalles: su labrado, su anatomía… ahora sitúate detrás y busca fotos originales jugando con él y con el ábside de la iglesia de Santa María de fondo. Detrás, en el jardín, la fuente también tiene relieves que esculpió nuestro querido escultor. Seguro que si los ves puedes encontrar una conexión directa con el Hachero y el Segador que viste no hace mucho en la plaza de la Fuente.
Culminando la fuente, un fruto, ese que te llevará hasta la siguiente pista.