Adéntrate en la Sala X. En este espacio encontrarás dos vitrinas con objetos de aseo que recuerdan a nuestros baños de hoy en día, aunque el baño es una invención más moderna.
En el siglo XIX la higiene nada tenía que ver con el concepto que tenemos actualmente. Los médicos desaconsejaban el baño frecuente y la Iglesia lo consideraba inmoral, así que lo habitual era lavar distintas secciones del cuerpo con jarros y palanganas. Los dientes se los lavaban más a menudo (con cepillo o con el dedo) usando una pasta vegetal. En cuanto al cabello, lo cuidaban cepillándolo a diario y aplicando polvos; sólo de vez en cuando lo lavaban y embellecían con aceite. Y pese a ello, en esta época abundaban los manuales de protocolo recomendando a mujeres y hombres cuidar su aspecto externo, ya fuera adaptando su vestuario y peinado a la moda o utilizando cosméticos y perfumes.
De los objetos que aparecen en esta sala, ¿cuál se empleaba en el lavado de manos, cumpliendo la función de los actuales lavabos?