█ La roca hueca









Estás a pocos pasos de culminar tu aventura, pero ahora te enfrentas al reto más
complicado de esta ruta. Tienes que llegar hasta la
Roca Hueca [3], y para ello deberás abandonar el cómodo camino que has seguido hasta ahora, dejando a tu espalda la
roca en seta [1] donde te encuentras. Sigue avanzando por un sendero hasta que llegues a un
pasadizo [2] por el que has de subir y luego girar a la izquierda. Enseguida te toparás con la
Roca Hueca [3].
Esta espectacular piedra caballera está
hueca, y en su interior
caben perfectamente tres personas en pie. Aunque parece complicado es muy
fácil entrar. Busca una entrada con forma de
arco [4] en el lado opuesto al que has llegado. Si te tumbas, podrás avanzar boca abajo, y te será muy sencillo entrar en este mágico lugar. Una vez dentro, puedes observar que se trata de un
santuario neolítico con una gran cantidad de pinturas rupestres. Los motivos son mayoritariamente esquemáticos, entre los que destacan puntuaciones o digitaciones y figuras reticuladas.
Para continuar tu camino indica el
color de los pigmentos que se utilizaron hace miles de años para realizar estas pinturas.