Abandona la plaza por la calle Mezquita hasta legar a la Plaza de los Refinadores.
En esta plaza, siglos atrás, los refinadores separaban la carne del cuero de los animales para luego proceder al curtido de las pieles. El mal olor y la abundancia de roedores eran características de esta plaza.
Hoy es una bella plaza donde podemos ver la estatua del mayor conquistador de corazones femeninos: don Juan Tenorio. Las peripecias de este personaje sevillano, de vida desenfrenada, protagonista de duelos y amoríos, fue reflejada en una obra del genial José Zorrilla.
¿En qué año fue donado este monumento a la ciudad de Sevilla?