Sin salir del casco histórico, dejando las bóvedas de la muralla a tu espalda, siga de frente y tome la segunda calle a la izquierda, podrá contemplar la Capilla de Cerralbo.
Mandada construir por el Marqués de Cerralbo para su enterramiento al no obtener permiso para ser enterrado en la Catedral. Este templo durante los asedios sirvió como cuartel, centro de reclutamiento y almacén de pólvora, y años más tarde sufrió una explosión que provocó la desaparición de la primera cúpula y reconstrucción en 1889.
Esta Iglesia posee dos escudos de gran tamaño, sabrías decirnos de qué material están elaborados.