█ Muralla











Seguimos avanzando hacia delante, volvemos la mirada hacia atrás para ver una típica
ventana esquinada del palacio de los Zapata. A nuestra derecha vamos a descubrir restos del
recinto amurallado que bordeamos para llegar al
Parque Cieza de León.
La fortificación de Llerena data de la época de la
reconquista, aunque la mayor parte del cerco amurallado fue reconstruido por el maestre
don Fadrique a mediados del siglo XIV, de cuya época datan numerosos lienzos de muralla. El cerco íntegro se mantuvo en su totalidad hasta mediados del siglo XIX. La construcción es de argamasa, mampostería, y el ladrillo era usado de forma parcial en arcos, almenas, cubiertas y esquinas, son materiales habitualmente empleados por los árabes en este tipo de edificación.
Aquí podemos admirar el
portillo del Sol, una puerta menor de acceso a la ciudad. Las comunicaciones del recinto urbano con el exterior se efectuaba a través de
cuatro puertas principales que se orientaban según los puntos cardinales: al norte la de
Villagarcía, al sur la de
Reina, al este la de
Valencia y al oeste la de
Montemolín. Hoy día se encuentran restauradas la Puerta de Montemolín y la Puerta de Villagarcía.
La muralla desempeñaba una misión defensiva, y las puertas tenían una función fiscal, cobrándose impuestos por casi todas las mercancías que entraban en la ciudad.
Este parque ha adoptado el nombre de Cieza de León en honor a
Pedro Cieza de León, a quién vemos representado en la escultura. Este personaje, de origen judeoconverso, fue llamado
El príncipe de los cronistas de Indias, y es el autor de la
Crónica del Perú obra fundamental e imprescindible para el conocimiento de la América precolombina, así como para conocer los sucesos que a lo largo de la conquista se iban sucediendo.
Continúa tu camino indicando en
qué posición se encuentra en esta escultura Pedro Cieza de León.