█ Muralla romana












Abandona la antigua sinagoga y sigue bajando por el Barrio de San Antonio hasta la
calleja del Moral.
Este lugar fue el escenario de la leyenda más popular de Cáceres,
la leyenda de Mansaborá. Esta cuenta que durante la Reconquista cristiana, cuando los musulmanes eran asediados en la ciudad, la hija del Caíd se enamoró de uno de los capitanes de las tropas cristianas. La joven y el capitán se veían a escondidas en un pasadizo secreto que conectaba el alcázar con las afueras de la muralla.
El capitán, que engañaba a la joven al fingir su amor, se hizo con la llave que llevaba al alcázar y logró introducirse en él. Tras acabar con la vida de la guardia islámica, abrió las puertas a sus tropas y la ciudad fue reconquistada.
Enfurecido, el Caíd condenó a su hija a vivir eternamente en el pasadizo en forma de
gallina. Todos los años al oír las campanadas de la media noche de San Juan, la joven recupera su forma humana y recorre tristemente la ciudad en compañía de una gallina y doce polluelos, que van adornados con plumas de zafiro, diamantes y piedras preciosas.
Según la leyenda, a quien encuentre uno de esos polluelos y se lo lleve consigo, le acompañará durante toda su vida la riqueza y la prosperidad.
Camina en paralelo por el
interior de la muralla, hasta que a tu derecha encuentres una puerta que permitiría salir de intramuros.
Este es uno de los accesos más antiguos de la ciudad, ya que el
arco es de origen romano y fue construido en el siglo I. Aún pueden apreciarse los grandes sillares de granito de la muralla primitiva de la colonia civium romanorum
Norba Caesarina. Por esta entrada pasaba la
Vía de la Plata que nos conduciría hasta la ciudad de Mérida.
A esta puerta se le añadió una
hornacina que alberga el cuadro de un Cristo.
Para continuar introduce el
nombre de esta puerta o arco.