Llega al final de la sala de Clunia y sube por las escaleras, a tu izquierda verás unas estelas situadas bajo las ventanas, son nuestro próximo objetivo.
Los romanos, al igual que nosotros, marcaban los lugares de enterramiento con estelas (las lápidas de la época). Estas que tienes frente a ti proceden de Lara de los Infantes y presentan un tema bastante curioso. En ellas aparece la inscripción en la parte superior y bajo esta encontramos a una figura humana sentada en una silla, sosteniendo una copa en la mano y junto a una mesa con una vasija. ¿Por qué tenemos una especie de brindis en una estela funeraria?
Los romanos tenían la costumbre de realizar unos banquetes funerarios para despedir al difunto y celebrar la continuación de la vida. Esta tradición ha seguido vigente en muchos pueblos hasta la actualidad, mostrándonos una vez más como somos herederos de nuestro pasado.