Avanza ahora hasta la mitad del puente y mira a tu izquierda.
Junto al río podrás ver un antiguo molino harinero, toda una joya del pasado de este lugar. En 1858 era el principal molino del país en capacidad de producción en su clase; recibía el trigo en barcos llegados del Báltico, de América y de Santander. Pero no acabó ahí su contribución a la economía de la zona, y años más tarde este molino harinero llegó a mover una fábrica de papel, una de tejidos y una de laminados de cobre.
La posterior pérdida de su importancia económica no le restó ni un ápice de su belleza al conjunto arquitectónico con el río.
El molino de Xuvia se convertirá en un Centro de Interpretación de los Molinos Industriales.
Si quieres continuar el camino indica cuántos arcos tiene este molino.