█ Oda a los Artesanos






Vuelve sobre tus pasos hasta llegar a la calle El Puente. Desde esa calle llegarás a una plaza, cuando llegues a ella, comienza a leer nuestra explicación. Ella será tu pista y sus palabras en negrita serán tu guía.
Baños de Montemayor fue un pueblo cestero desde finales del XIX y durante el siglo XX. La numerosa afluencia de forasteros que venían a beneficiarse de las propiedades medicinales de las aguas termales, constituyó un impulso a esta artesanía, que ya de por si estaba bien asentada en la cultura popular debido a la multitud de usos cotidianos que tenían los objetos fabricados con las matas del
Castañar.
Estas matas, reunidas en varias varas de castaños que crecen alrededor de una raíz común, se cuidan cortando los nudos, hasta que alcanzan los 4-5 años de vida o 20-30 centímetros de perímetro.
En febrero- marzo se cortaban y se bajaban desde el monte hasta los talleres en carros tirados por animales. En los talleres, los troncos se cocían en un horno para que la madera se manejase mejor y perdiera el agua de su savia.
Después de esto, se cortaban en dirección longitudinal, y las grandes tiras se separaban a mano. Éste último proceso es la parte que más se diferencia con el tratamiento de la
mimbre, a la cual no hay que dividir los tallos, y que también se trabajaba en Baños de Montemayor.
Si estas largas tiras no se usaban pronto, se almacenaban, pero era necesario mojarlas en agua para trabajarlas, Baños de Montemayor estaba muy bien preparado con sus numerosos
caños fríos usados por los artesanos para este fin.
Ya están las piezas básicas con las que trabajar y salidas del
caño. Ahora sólo quedaban coger medidas y calcular el tamaño dependiendo de si se querían hacer cestas para llevar setas, cerezas y castañas, o si se querían hacer
banastas, más grandes y dedicadas para llevar las uvas de la vendimia sobre los animales.
Deberás recorrer calles (palabras en negrita), y encadenando estas calles al final de tu recorrido, cuando te sientes en un banco de metal al lado del agua, podrás ver la última
palabra en una pared que completa este pequeño homenaje a los artesanos Bañenses.