█ Vivir el medievo








Al salir de la antigua fortaleza de origen templario, verás una calle que desciende hacia el pueblo. Esta calleja tiene una barandilla de metal, dirígete hacia ella. Atravesarás un soportal que sujeta una típica casa del barrio más antiguo.
Estas casas, cercanas a la fortaleza, albergaron a los
primeros moradores de la Villa de Hervás. Estas personas, tuvieron que vivir de lo que la naturaleza les dotaba, ya que eran gentes que vinieron de lugares tan lejanos como León o Galicia, y que se fueron asentando en un lugar en el que no había comercio alguno, por lo que la forma de vida de estos primeros hervasenses fue la
agricultura y la ganadería.
Cada época del año dotaba de distintos productos a los vecinos, en primavera y verano los pastos eran abundantes y permitían el engorde del
ganado porcino, ovino y vacuno, además de las
hortalizas plantadas en las fértiles laderas del valle. En otoño, el campo ofrecía frutos como la
castaña del Castañar Gallego, las
bellotas de las encinas de la zona baja, o la preciada
uva para obtener el vino. Frutos que permitían pasar el duro invierno con una reserva alimenticia garantizada.
Hubo otro fruto muy apreciado por obtener de él un producto muy rico y calórico. En la plaza a la que accedes al cruzar el soportal
hay un árbol que fue cultivado abundantemente para obtener este fruto tan preciado. Introduce su nombre para continuar con tu guiaventura.