█ El Hórreo















Vamos a por el penúltimo punto de la yincana, que se encuentra a menos de 7 km, y está enfrente del Albergue Briz en el pueblo de
Espinama.
Aquí vas a encontrar un precioso
hórreo, muy bien conservado. Los hórreos se mencionan en el cartulario (manuscrito medieval) del Monasterio de Santo Toribio en el año
831. Siempre han formado parte de la arquitectura tradicional lebaniega. Estas pequeñas construcciones rectangulares se sostienen sobre cuatro pilares de madera o piedra, que lo aislaban del suelo, para preservar las cosechas que se guardaban en ellos.
Los
cereales se metían en grandes arcas de roble asentadas sobre lanchas de piedra, se evitaba así que roedores barrenaran su fondo y sacasen el grano. En mitad del hórreo se colocaba un recipiente para la
carne y el tocino de la matanza del cerdo. Generalmente eran
compartidos por varios vecinos, la parte inferior se utilizaba para los
aperos de labranza, carro y leña.
En la actualidad han dejado de utilizarse, aunque se intentan mantener como
elemento etnográfico.
Para ir al último punto de la yincana tienes que decirnos
sobre cuántas patas se sostiene este hórreo.