Sal de la terraza, y sin cambiar de planta, toma el primer pasillo que encuentres a tu derecha. Pronto te encontrarás con una de las peculiares chimeneas de nuestro hotel.
Las numerosas chimeneas, repartidas por las distintas dependencias, habitaciones y pasillos del Palacio, se encargaban de elevar la temperatura del edificio en el invierno para convertirlo en un lugar acogedor.
En los meses de verano el confort térmico del edificio estaba garantizado por los patios con vegetación y los gruesos muros aislantes.
Para finalizar tu aventura indica el número de la habitación que hay a la derecha de la chimenea del pasillo.