En esa misma vitrina puedes admirar otra especie, en este caso de una tortuga, que también ha sido descrita en la Sierra de la Demanda: Larachelus.
Su caparazón abombado nos sirve para deducir que era de hábitos terrestres. Su estudio ha contribuido a reconocer a la península ibérica al comienzo del Cretácico, en torno a 130 millones de años como el país europeo con mayor diversidad de tortugas.
En el nombre científico que le dieron los investigadores se recuerda a la tortuga que aparece en el libro “La historia interminable”.