Verás que San Pedro de Alcántara está mirando a una calle en cuesta. Sube por este callejón hasta que encuentres una casa que tiene un animal colgado.
Según cuenta una vieja leyenda, en este palacete vivió un matrimonio que no conseguía tener hijos. El marido, tras un viaje como comerciante en el Nuevo Mundo trajo un mono a su esposa para que ocupase el lugar del hijo que nunca tuvieron. Sin embargo, con el paso del tiempo, la pareja logró quedarse embarazada y dieron a luz un precioso retoño. El mono, movido por los celos aprovechó un descuido de la madre para acabar con la vida del pequeño. Tras esta tragedia el simio fue encadenado y posteriormente sacrificado con una horrible muerte lenta y dolorosa. Cuentan los lugareños, que algunas noches pueden escucharse entre los muros los llantos de un bebé y los gritos de dolor de un mono. En las tres gárgolas de la fachada podemos apreciar la escultura de la madre llorando, la de un mono con un niño en brazos y la del padre. En el interior del edificio, una escultura muestra al mono encadenado a una de las escaleras.
La puerta principal de la Casa del Mono está coronada por un escudo en piedra que a su vez está custodiado por dos animales. Introduce el nombre de los animales junto al escudo y prosigue en tu camino.